DE IMBERBES, PLAZAS E INSULTOS
Hay personajes que insisten en correr detrás de la historia, para ver si los incluye, y no lo consiguen. Sólo quedan pegados a hechos como la muerte de Kosteki y Santillán. O a operaciones de desestabilización contra gobiernos democráticos. O a inconfesables negocios con corporaciones mediáticas socias de genocidas.
Sin embargo, están siempre del mismo lado. De ese lado que los historiadores del campo nacional y popular mencionan como la antipatria, o la defensa de intereses antipopulares. En ese amasijo de genocidas, asesinos, cipayos, vende patrias y traidores, que pocas veces la historia menciona con nombre y apellido. De cualquier manera, no es ese el lugar de la historia en el que se han querido ver. Pero es el que les toca, por vocación de servicio.
Leo en el Diario “Tiempo Argentino” bajo el título: Insulto a los “imberbes” declaraciones de Eduardo Duhalde “los imberbes que siguen pensando como en los años setenta y ahora son viejos pelotudos”. Lo que me genera algunas reflexiones.
En la década de los 70 fuimos muchos los que nos sumamos a la militancia, de la mano de la primigenia JP que parió la primera resistencia del peronismo frente a la “fusiladora” de Aramburu y Rojas. Fuimos los hijos de aquella gloriosa JP que tuvo en Felipe Vallese a uno de los primeros mártires que el peronismo brindó a la inconclusa revolución iniciada en 1945. Luchamos por una patria justa, libre y soberana. Sí, hoy seguimos pensando lo mismo. Queremos construir esa patria justa, libre y soberana que desde Mayo de 2003 de la mano de Néstor Kirchner (otro “imberbe” de los setenta) se comenzó a edificar luego de la hecatombe provocada en la década de los 90, de la cual el ex senador fue parte. Eso, en lo que seguimos pensando, se llaman CONVICCIONES. Son las que Néstor prometió no dejar en la puerta de la Casa Rosada
Son las mismas que día a día pone en práctica la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en cada una de las medidas que se encaminan precisamente a instaurar y defender la justicia social, la soberanía política y la independencia económica. O sea, la patria justa, libre y soberana que entre todos y bajo la estratégica conducción de la presidenta estamos construyendo. A pesar de los traidores de toda laya.
Tal vez, el ex presidente que no llegó por el voto popular, no sepa de esas convicciones que no se cambian con el paso del tiempo. Pues proviene de la Democracia Cristiana , y permanece, todavía en la nebulosa cómo él llegó a la intendencia de Lomas de Zamora que ocupaba el compañero Turner.
Parece que la historia insiste en negarle el lugar en el que se quiere ubicar.
Como dice el compañero Ricardo Forster, en la misma nota que menciono más arriba “…Duhalde tiene sus oscuridades enterradas en los años 70…”
Una sola aclaración respecto de la misma nota, que luego menciona: “…”imberbes” fue el calificativo escogido por Juan Domingo Perón el 1 de Mayo de 1974 cuando desde el balcón de la Rosada “echó” de la Plaza de Mayo a las organizaciones Montoneros y JP, que integraban algunos dirigentes que ahora forman parte del kirchnerismo…”
El general, no nos echó de la Plaza de Mayo, al menos la columna en la que yo estaba junto a la Catedral , cuando le reclamamos por los gorilas que sumaba al gobierno popular, y nos nombró como “…esos estúpidos imberbes que gritan…” luego de habernos llamado “juventud maravillosa” cuando poníamos el cuerpo y la sangre. Digo, la columna en la que yo estaba, como si hubiéramos sido un solo cuerpo, nos dimos vuelta y nos fuimos de la Plaza , dejando un inmenso y dolorido hueco.
Ese dolor siguió albergando las mismas convicciones, que muchos “viejos pelotudos” hoy transforman en medidas en beneficio de las mayorías. Medidas que van construyendo esta revolución en marcha. Medidas que son elogiadas por buena parte de los pueblos de América y otros Lares.
Hay insultos que ostentamos como medallas.
Daniel Mojica
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