REFLEXIONES SOBRE PERIODISTAS EN EL DIA DE MARIANO MORENO Y RODOLFO WALSH
Transitamos momentos de cambios que atraviesan la sociedad. Lo percibimos de manera cotidiana. En diferentes circunstancias. Hay hechos trascendentes, hechos más pequeños. Todos componen el paisaje de la realidad.
Precisamente, la realidad es la materia de la que se ocupan los periodistas.
Estos profesionales, hombres y mujeres, tienen particulares miradas y sentires, en tanto humanos, sobre la realidad y sus protagonistas.
De la misma manera que los médicos, o los ingenieros. Igual que los contadores, los bomberos y los artistas. También los panaderos y los deportistas.
Una diferencia no menor, entre el resto de las profesiones y el periodismo, es que nos cuentan la realidad. Nos la muestran desde su propia mirada.
Lo mismo hacemos el resto de los humanos cuando departimos con amigos, parientes o desconocidos. Damos nuestra visión de la realidad. La gran diferencia es la cantidad de público a la que llegamos el resto de los mortales y los periodistas, cuando contamos nuestra visión de la realidad.
En este tema de contar la realidad, además de la propia subjetividad (la particular visión que cada uno tiene) entra en juego la honestidad personal. La ética desde donde los periodistas se ubican para transmitirnos su mirada de la realidad.
Esto no tiene nada que ver con que su mirada sea igual a la nuestra, en tanto lectores, espectadores u oyentes. Tiene que ver con la credibilidad. Con el grado de certeza que nos genera a los ciudadanos, lo que nos están contando. Con la verdad y la mentira.
A ver si me acerco a la idea que quiero esbozar. Si un médico me receta un medicamento que empeora mi estado de salud, por error en su diagnóstico, puedo denunciarlo por mala praxis. Si un ingeniero hace que la casa que me construye se derrumbe, puedo denunciarlo por incompetencia profesional.
Ahora, si un periodista luego, de los festejos del bicentenario, cuenta que las personas que asistimos fuimos porque nos pagaron, nos dice que teníamos
la mirada perdida y que no sabíamos por qué estábamos allí. Este relato, no es una visión de la realidad. Ni siquiera es una opinión. Es una mentira.
¿Dónde puedo reclamar?
Bueno, hay periodistas que mienten. Como muchas personas también lo hacen. Pero un periodista, como por ejemplo podría ser José Eliaschev, cuando miente en su crónica, engaña a muchas personas.
Algunos periodistas mentirosos, lo hacen por convicción, otros por el sueldo que les paga el monopolio.
Por eso el monopolio y los periodistas mentirosos se oponen a la Ley de medios de la democracia.
A todos los demás compañeros periodistas, que aunque no piensen igual a mi, no me mienten cuando los leo o los escucho les deseo:
¡¡¡FELIZ DIA DEL PERIODISTA!!!
Daniel Mojica
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