NO APTO PARA PIGMEOS, MIOPES Y AVES DE RAPIÑA
“La lealtad no es una moneda cara, es una moneda escasa, que no es lo mismo…” (Cristina Fernández de Kirchner- discurso en José C. Paz)
Si hay una cualidad que marca a fuego al peronismo, es precisamente la lealtad. No es casual, que el día del nacimiento del movimiento haya sido bautizado por el pueblo peronista, como el día de la lealtad.
El 17 de Octubre, es la fecha en la que se lo recuerda. Pero cada minuto, de cada hora, de todos los días se lo lleva a la práctica.
Los peronistas podemos perdonar errores, y hasta quizás, alguna cobardía. Lo que no admitimos es la traición.
Porque el peronismo nació de las entrañas del pueblo humilde y trabajador, para dignificar al ser humano. Nació como un inmenso gesto de lealtad, hacia quien rescató esa dignidad pisoteada por un sistema explotador, que humilla y degrada a hombres y mujeres.
El instrumento para defender a los trabajadores de la voracidad de las corporaciones patronales, es el sindicato.
La herramienta para transformar la realidad es la política.
La política. La estrategia, es fijada por la conducción, que define y articula los diferentes lineamientos que serán puestos en práctica por los integrantes del Movimiento Nacional.
Quien conduce el Movimiento Nacional es Cristina Fernández de Kirchner.
El Movimiento Nacional está integrado de manera institucionalizada, se puede decir, por el Partido Peronista, el Frente Para la Victoria , el movimiento obrero organizado (que históricamente ha respondido a la CGT ), los legisladores, gobernadores, intendentes, etc. que han sido elegidos para sus cargos llevando las propuestas del proyecto nacional iniciado en Mayo de 2003. A estos actores sociales, hay que agregarles los diversos espacios políticos y movimientos sociales que han surgido. Más la inmensa cantidad de militantes, encuadrados o no.
Cada parte integrante del Movimiento Nacional, tiene sus propias contradicciones internas, matices, diferencias de visión. Esto forma parte de la propia dinámica social, política, cultural. Lo que no debemos perder de vista, es que la conducción fija la estrategia y define las diferentes tácticas para cada sector. Porque tiene la visión del conjunto.
Además en el caso particular de Cristina Fernández de Kirchner, es la Presidenta de todos los argentinos. Por lo tanto, tiene la responsabilidad de conducir a la Nación y defender los intereses de todos los argentinos. No sólo de un sector.
Quienes sólo ven sus propios intereses, se alejan del proyecto nacional y de las convicciones que lo sustentan. Son miopes por opción.
Quienes defienden su propio grupo sin importarle, no ya el destino del movimiento, sino el del resto de la sociedad. Son pigmeos de la política.
Los que por defender sus intereses personales o de grupo, atentan contra el proyecto nacional y su objetivo de liberación. Son aves de rapiña.
Por eso, la lealtad a las banderas que tantas vidas han costado a lo largo de nuestra historia, se asientan en las convicciones que nos han de llevar al destino de liberación nacional en que estamos empeñados.
La tarea que nos espera luego de las elecciones de Octubre no admite dobleces.
Para consolidar y profundizar el proyecto nacional, popular y soberano hará falta inteligencia, pasión, convicciones, militancia y paciencia.
Daniel Mojica
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