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viernes, 18 de enero de 2013

¿SOMOS TODOS IGUALES ANTE LA LEY?


¿SOMOS TODOS IGUALES ANTE LA LEY?

CONSTITUCION DE LA NACION ARGENTINA
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANTIAS. PRIMERA PARTE. CAPITULO PRIMERO.

Art. 16.- La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.

A raíz de una excelente nota del colega Franco Mizrahi, en la Revista 23 del día 10/1/2013, titulada “JUSTICIA PARA TODOS” (como la recordada película protagonizada por Al Pacino) en el marco del debate planteado acerca de la democratización judicial, me generó algunas reflexiones que comparto.

Lo primero que vino a mi memoria es una frase muy utilizada, pero que no refleja de manera certera la realidad: “todos somos iguales ante la ley”.
Así que fui a la fuente. Nuestra Constitución Nacional, y el artículo que transcribo en su totalidad al comienzo de esta columna.
Es inevitable que me surja una pregunta ¿la acordada que la Corte Suprema de Justicia menemista gestó en el año 1996 consagrando la exención del Impuesto a la Ganancias a todo el Poder Judicial, no viola la Constitución Nacional?
Aclaro que no soy constitucionalista, ni abogado, por eso pregunto ¿una acordada de la Corte Suprema tiene más rango que un artículo de nuestra Constitución Nacional?
Según surge de la nota mencionada más arriba, de donde saco algunos datos que transcribo y comparto los “Privilegios judiciales”: “Exención del pago del impuesto a las ganancias”, “Inamovilidad en los cargos”, “Se jubilan con el 82% móvil de su sueldo”, “No se les demanda una declaración jurada”.
Pregunto, si no se les demanda una declaración jurada de sus bienes, si no declaran su patrimonio, ¿cómo la ciudadanía puede comprobar que no se enriquecen de manera ilícita?
Si pongo en contexto este dato, con la denuncia que hiciera el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno oportunamente.

Cuando encontró en una de las oficinas de Papel Prensa una especie de estructura de inteligencia montada a partir de una empresa del grupo Clarín, que es la que confecciona los resúmenes de cuenta de las tarjetas de crédito. ¿Esto explicaría en parte, el hecho de que algunos jueces sean “tan sensibles” a los intereses de la corporación mediática?
Digo, la ciudadanía no tiene acceso a la evolución del patrimonio de los magistrados, pero una corporación confecciona sus estados de cuenta. Por lo tanto puede monitorear mes a mes los gastos de los integrantes de uno de los poderes que forman parte del Gobierno Nacional. Que además gozan de “inamovilidad en sus cargos” y están “exentos del pago del impuesto a las ganancias”.
¿No es una invitación a la corrupción? ¿Allí nacen las cautelares?
¿Cómo puede el ciudadano común confiar en la justicia que imparten estos funcionarios?
Sumemos a esto, que cuando otro de los poderes del Estado, el Poder Ejecutivo, habla de democratizar el Poder Judicial, algunos integrantes de ese poder hablan de que “hay presiones sobre la justicia”.
¿Acaso los ciudadanos, y todos los habitantes de la Patria, somos convidados de piedra que debemos admitir semejantes privilegios?
O es una mentira que “La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza”.
Pero sí hay ciudadanos privilegiados, que se manejan como si poseyeran títulos nobiliarios y prerrogativas de sangre (teniendo en cuenta la designación de familiares) en ese poder que maneja la vida y los bienes de los habitantes de la Nación.
Es preocupante.
Pero existen también una gran cantidad de jueces, fiscales, secretarios y magistrados, que están a favor de una Justicia en sintonía con la Democracia que estamos construyendo.
Esperemos que del necesario debate, surja una justicia que contemple y defienda los intereses de los sectores más vulnerables y no sólo de los poderosos, que parecieran tener “fueros personales”.
¿Será justicia?
Luchemos porque sí.

Daniel Mojica
Escritor integrante de COMUNA
Columnista político de Radio Gráfica 


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