"PEREJIL" REVISTA "23"
DE PEREJILES, NABOS Y OTRAS VERDURAS
Hay una característica que identifica a los medios hegemónicos, y a su “pandilla periodística” (sic V. H. Morales) en su enfrentamiento con el gobierno nacional. Es el sistemático intento de cambiar el eje de los hechos. Esa obstinación por construir una realidad inexistente. O que sólo anida en los deseos más oscuros y siniestros de estos seres que dejaron su alma en los pliegues de ajenos intereses.
Adictos a la mentira, no les importa haber llegado al más bajo umbral de credibilidad personal, amarrados a la quilla del Titanic.
En tanto, la sociedad va tomando nota, día a día del desatino.
También de los predicadores del Apocalipsis. Como cuando anunciaron por todos los medios no concurrir a la ciudad porque era un caos. Fue cuando millones nos celebramos para el Bicentenario.
Es que, como decía mi abuela: la mentira tiene patas cortas. Aunque tiene editoriales largos, pantallas y micrófonos abundantes.
E. TNembaum (E. TN) no escapa a esta lógica.
Aunque hay periodistas que no comulgan con mentirle a la sociedad, E. TN los tilda de “grandulones que confunden el periodismo con el análisis de medios”. Sucede que está tan acostumbrado a manipular, que le sale sin esfuerzo. Porque vos sabes bien de qué se trata el programa “6,7,8” (al que siempre volvés, como la burra al trigo) pues, sí, se trata de desarticular las operaciones del monopolio genocida para el que trabajas.
En una nota del 11/9 en la “Revista 23” describe casi como una epopeya heroica el trabajo del “periodismo duro en serio” como el “que hacíamos muchos de nosotros en la década del 90” al investigar “a los capos de la Policía Bonaerense ”.
Sería bueno que mencione a todos los “capos” que investigó y las pruebas que presentó en la justicia, para sanear a la Policía Bonaerense.
Es tan fácil atacar a esa policía (que tanto ayer como hoy es la misma) como haber sido progresista en la década en que TNembaum hacía “periodismo duro en serio”.
¿Qué pasó que dejó de investigar?
¿Por qué no hace las investigaciones pertinentes de todo aquello que le parezca, y luego con las pruebas recopiladas concurrir a la justicia?
Si el señor que le paga el sueldo tiene muchos jueces, fiscales y afines, con los que compartieron la complicidad del genocidio, y que se muestran prestos a prodigarle cautelares y chicanas tribunalicias.
¿Acaso sólo se anima a apoyar las operaciones del Cártel Clarín como obediente escriba y relator?
¿Donde quedó el periodista duro en serio?
Si esta policía sigue siendo la maldita policía ¿qué le impide retomar las investigaciones “a los capos…” “…como hacíamos en los 90…”?
Para de esta manera cubrir esa falencia que tanto le preocupa.
Más adelante, en su nota E. TN hace una larga cita del periodista del diario “Tiempo Argentino” Juan Alonso, sobre un comentario que hizo en el programa “6,7,8” que también vi y escuché. Suscribo sus palabras “…la policía bonaerense está entrenada para desaparecer gente, no para encontrarla. Fue la policía de Ramón Camps. Esa matriz no se ha modificado, no se ha reformado…”
Yo le pregunto a Ernesto TNembaum ¿qué se siente tener ese discurso que sostiene, y que le pague el sueldo quien fue socio y sigue siendo beneficiario de los que pusieron a Camps para que hiciera lo que hizo?
Otro párrafo del periodista Juan Alonso (y que a E. TN le sirve de coartada perfecta) dice así: “…la otra pata es el poder judicial…”
Ese mismo Poder Judicial con el que aún cuenta el Cártel Clarín, para el que TNembaum trabaja, sin cuestionamientos y sin remordimientos.
Por eso es comprensible que sienta nostalgia por aquella época en que formaba parte de “…un periodismo duro en serio…”
Porque ahora trabaja para un grupo que se apropió de Papel Prensa, torturando a sus legítimos dueños. Le paga el sueldo el hombre que se benefició con el genocidio del que Camps fue protagonista esencial.
El dueño de los micrófonos y pantallas donde E. TN hace como el tero, es el que le dijo a Lidia Papaleo que si no firmaba la “sesión de acciones” corría peligro su vida y la de su hija.
En tanto, TNembaum, seguí sintiendo nostalgia por aquellas “tapas lindas y desprolijas” de los primeros números de la Revista “23” .
Total, seguro que mirarse al espejo cada día y salir a trabajar con los socios civiles del genocidio, para vos serán “detalles menores”.
Daniel Mojica
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