REFLEXIONES SOBRE LA EXCELENTE NOTA
“LOS CAMINOS CONDUCEN A TEHERAN” (Diario “Tiempo Argentino”)
Hace un tiempo que vengo cavilando sobre el escenario internacional que han ido dibujando los países sembradores de pobreza y muerte a lo largo del planeta. Produce escalofríos constatar la indiferencia con que estos “líderes mundiales” disparan bombas, pestes, masacres y miserias sobre los pueblos en cuyos países encuentran recursos para rapiñar.
No es algo nuevo en la historia de la humanidad, pero si dejamos que esto se naturalice, estaremos perdidos de manera irremediable.
Desde mediados del siglo XX luego de la muerte de millones de seres humanos, producto de la codicia, mesianismo y ansias de dominación mundial, del derrotado genocida alemán, se hubieron creado organismos internacionales para la reconstrucción de los países destrozados por la guerra. También se crearon organismos internacionales para proteger la paz y que hechos de esa naturaleza no volvieran a suceder.
Es así, como se crearon las Naciones Unidas, y su Consejo de Seguridad. Producto del reparto del mundo consagrado en Yalta.
Los integrantes de esos organismos nunca han reconocido el fracaso de su principal objetivo: el sostenimiento de la paz mundial.
Para constatar el tamaño del fracaso basta hacer un ejercicio de memoria: Corea, Vietnam, Panamá, Granada, Afganistán, Pakistán, Irak, Libia. Por rememorar los primeros que me vienen a la mente.
Me surge una duda ¿es realmente un fracaso? O forma parte de una política pergeñada por esos impunes integrantes de ese nefasto Consejo de Seguridad, que lo único que parece asegurar es el interés de quienes someten al mundo por ser quienes fabrican las armas para masacrarnos si nos oponemos.
El compañero Eduardo Anguita, inspiró estas reflexiones, cuando leo en su nota “…Las operaciones de prensa empiezan a ablandar el terreno para un escenario que no parece lejano: atacar Irán. Eso sí, preventivamente, tal y cual sucedió con Afganistán en 2001 y en Irak en 2003…”
Me vienen a la memoria las clarificadoras palabras de nuestra Presidenta en la última reunión de las Naciones Unidas, cuando reclamó la eliminación de ese miserable Consejo de Seguridad y llamó a los integrantes del mismo a respetar las decisiones tomadas por la Asamblea , en donde se vota democráticamente, pero se ignora autoritariamente sus resoluciones cuando afectan a las potencias imperialistas y coloniales.
Ya que los países serios miran de manera sistemáticamente para otro lado ante las invasiones masacradoras de la OTAN , y los de nuestra América no son escuchados ¿no estará siendo hora de que hagamos una gran movida los anónimos millones que terminaremos siendo víctimas de una nueva masacre contra un pueblo, por el simple hecho de tener riquezas naturales, que los matones del barrio no están dispuestos a pagar y las quieren rapiñar gracias a su poder de fuego? Inventado excusas que nadie cree.
¿Vamos a esperar a que vengan por nuestra agua, por nuestras tierras, por nuestro suelo, por nuestro gas, nuestro petróleo? Y ya sea tarde.
No dejemos de observar que la escalada contra Irán, tiene un segundo objetivo, que se llama Venezuela (aunque ellos digan Chávez) y otro simultáneo que es la UNASUR.
¿Acaso pensamos que se olvidaron que en estas tierras enterramos el ALCA?
Cuando digo estas tierras quiero significar nuestra América.
No es el objetivo de estas líneas fomentar la paranoia, ni nada que se le parezca.
Sólo apelo a la creatividad de la inmensa cantidad de compañeros y compañeras a lo largo del planeta que no están dispuestos a ser sometidos para alimentar la codicia, y la sed de muerte de quienes hoy manejan el
mundo a su antojo y en contra de los intereses de los pueblos.
Algo tenemos que hacer.
Daniel Mojica
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