SE RENUEVA LA ESTRATEGIA DESTITUYENTE
Cada vez se hace más evidente, para quienes acostumbran ver más allá de lo quieren mostrarnos, la nueva (o no tanto) estrategia desestabilizadora del Cártel Clarín, acompañada por la sumisa clase dirigente de la oposición.
Porque no otra cosa que una operación “pro” destitución del vicepresidente, es la que están motorizando los medios hegemónicos, llevando de las narices a gran parte de la dirigencia opositora. Nadie puede llevarse a engaño, respecto de que con esto pretenden dañar lo más posible a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
¿El motivo?
Sin duda las medidas que colocan al Estado como defensor de los intereses de las mayorías.
Esta es la disputa de fondo: un estado impotente (como el permitido desde que recuperamos la democracia en 1983) o un Estado presente y defensor del bien común, como el construido desde Mayo de 2003.
El tránsito de un Estado a otro no es simple, gratuito, ni sereno.
Media para su construcción, un profundo cambio cultural, en el cual estamos sumergidos. Una de las herramientas fundamentales para producir y sostener este cambio cultural, es la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La que trajo aparejada un sinnúmero de sitios donde sectores diversos, encontraron canales para visibilizar sus ideas, sensaciones, propuestas, quejas y aprobaciones.
Otra herramienta imprescindible, es la participación popular, el compromiso militante en defensa de este proyecto nacional.
Un tercer elemento a tener en cuenta, sin hacer una valoración de cual es más importante, es la movilización popular. En defensa del gobierno y el proyecto que estamos construyendo.
Cuando se tocan intereses y privilegios, que las corporaciones y grupos de poder han construido para su consolidación en posiciones dominantes, de manera inevitable se producen conflictos.
De cómo se resuelvan esos conflictos dependerá nuestro futuro como pueblo, como Nación, que es casi lo mismo.
Si cedemos a las presiones de quienes se adueñaron de nuestro futuro a sangre y fuego (valgan como ejemplo el golpe sangriento de 1955 y la genocida dictadura cívica, militar y mediática de Marzo de 1976) seguiremos siendo una colonia de los poderes de turno, a expensas de las decisiones que se tomen fuera y contra los intereses nacionales.
Hoy tenemos una oportunidad inmejorable (y que muchos pensamos que ya no era posible) de construir la Nación que nos merecemos.
No tenemos derecho a dejarla pasar.
Son muchas las vidas que quedaron en el camino. Compañeras y compañeros que soñaron este presente que estamos construyendo duramente.
Resultan patéticas algunas declaraciones hechas en sintonía con la inmensa operación casi golpista del grupo socio y beneficiario del genocidio, en contra de Amado Boudou.
“No puede ser que un funcionario público no conteste preguntas. Uno tiene que estar a disposición para informar, hacer conferencias de prensa contestando las preguntas del caso. Somos servidores públicos que administramos recursos que no son nuestros y le tenemos que dar toda la transparencia del caso” (Diario “Tiempo Argentino” 12/3/12 Pág. 15)
Estas declaraciones las hizo el PROCESADO jefe de gobierno de la ciudad autónoma de buenos aires.
Creo que no hace falta hacer mayores comentarios.
Sólo la enorme complicidad y negociados que comparten con el Cártel Clarín, hacen posible semejante impunidad declarativa.
Daniel Mojica
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